Expresiones y conductas de los profesionales de la salud que generan violencia obstétrica en la mujer: revisión literaria.

Abstract
La violencia obstétrica como una forma de violencia de género e institucional que vulnera los derechos humanos de las mujeres durante los procesos reproductivos. Este tipo de violencia incluye trato deshumanizado, medicalización innecesaria, falta de consentimiento, negligencia y prácticas invasivas sin justificación. Afecta negativamente la salud mental y física de las mujeres, provocando consecuencias como estrés postraumático y rechazo a futuros controles médicos. Por ejemplo, una actitud despectiva o una falta de empatía por parte del personal de salud puede generar sentimientos de humillación y desamparo en las pacientes. Este trato puede influir en su percepción del proceso de parto y en su salud mental posterior, contribuyendo al desarrollo de trastornos como el estrés postraumático. La enfermería, según la integración de los conceptos de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, puede definirse como una profesión fundamental para los sistemas de salud globales que representa aproximadamente el 56% de la fuerza laboral en salud en las Américas. El personal de enfermería constituye un pilar esencial en la prestación de servicios de salud, con aproximadamente 27,9 millones de profesionales a nivel mundial, de los cuales cerca del 30% se encuentra en la región de las Américas. La violencia obstétrica constituye una violación a los derechos humanos, tanto como manifestación de la violencia de género como de la violencia institucional en salud. Se caracteriza por actos de violencia por parte del personal de salud en relación con los procesos reproductivos de la mujer, y se expresa en un trato deshumanizador, abuso de medicalización y patologización de procesos naturales, que impacta negativamente en la calidad de vida de las mujeres. Se considera violencia obstétrica toda conducta, acción u omisión, realizada por personal de la salud que, de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, afecte el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales. El tipo de estudio corresponde a una revisión de la literatura, cuyo propósito principal es recopilar, analizar y sintetizar la evidencia existente sobre las expresiones y conductas de los profesionales de enfermería que generan violencia obstétrica en la mujer. Para ello, se consideraron estudios con enfoques cuantitativos, cualitativos y mixtos, siempre que abordaran de manera directa o indirecta las conductas y expresiones de los profesionales de la salud en contextos obstétricos, con énfasis en la práctica de enfermería. No aborden específicamente la violencia obstétrica en el contexto de atención gineco-obstétrica. En particular, se prestó atención a aquellos estudios que abordaban expresiones verbales, actitudes y prácticas clínicas reportadas por usuarias de los servicios de salud, con el fin de identificar patrones de conducta por parte del personal de salud que contribuyen a la manifestación de violencia obstétrica. Esta sistematización permitió agrupar las expresiones y conductas más frecuentes asociadas a la violencia obstétrica, tales como el uso de lenguaje despectivo, falta de consentimiento informado, trato impersonal, realización de procedimientos innecesarios o sin explicación previa, y negligencia durante el trabajo de parto. Se identificaron prácticas obstétricas conflictivas, con discrepancias entre buenas prácticas y violencia obstétrica. Las limitaciones de infraestructura, la falta de conocimiento de las mujeres y las decisiones unilaterales de los profesionales marcaron las experiencias de parto. La presencia de acompañantes y la formación en enfermería obstétrica surgieron como factores que favorecen el cuidado humanizado. La prevalencia combinada de maltrato y falta de respeto hacia las mujeres durante el parto en centros de salud de África Subsahariana fue del 44,1% Los hallazgos subrayan la necesidad urgente de que los ministerios de salud, profesionales y expertos en salud materna presten atención a los derechos de las mujeres durante el parto, promoviendo una atención centrada en la mujer y culturalmente respetuosa. Se realizó una encuesta de preguntas cerradas a 512 mujeres que dieron a luz por parto vaginal o cesárea en dos hospitales públicos de México entre mayo y junio de 2012. A las mujeres que reportaron maltrato se les invitó a participar en entrevistas semiestructuradas. El 29% de las mujeres reportó haber sufrido algún tipo de abuso durante el parto, sin diferencias significativas entre hospitales. Las mujeres identificaron maltrato físico y psicológico. El personal de salud reconoció estas prácticas, pero las justificó como necesarias para garantizar la seguridad materna e infantil. Las mujeres percibían que, por ser pobres, no tenían derecho a exigir un trato digno. Los documentos de FIGO y la Confederación Internacional de Matronas fueron los más completos, abordando aspectos como la experiencia de violencia de las pacientes, la autonomía, la igualdad de trato y las dinámicas de poder. Lanarkshire Health Board, y conectan estos aspectos con estereotipos de género presentes en la práctica clínica, todo ello en diálogo con reportes internacionales sobre violencia obstétrica. El estudio identifica que, aunque legalmente las mujeres en trabajo de parto conservan plena autonomía y capacidad de decisión, en la práctica clínica persisten estereotipos que las consideran incapaces de razonar adecuadamente durante el parto. Las mujeres participantes mostraron mejoras significativas en los niveles de actividad física tras la intervención. Las mujeres destacaron la importancia del apoyo social durante el programa. Un análisis conceptual de la violencia obstétrica en Estados Unidos. Se identificó que la violencia obstétrica en EE. Es una forma específica de violencia de género y una violación de derechos humanos, que incluye abuso o maltrato por parte de profesionales de salud durante la atención reproductiva, el embarazo, el parto o el posparto, particularmente cuando hay procedimientos sin consentimiento informado, coerción o ignorando la negativa de la mujer. Para visibilizarlo, promover la rendición de cuentas y proteger los derechos de las mujeres. También se asistió a conferencias, reuniones políticas y eventos públicos sobre partería y salud materna. El estudio revela cómo las parteras mexicanas conceptualizan las prácticas obstétricas hospitalarias como formas de violencia de género estructural, más allá de la simple medicalización. Denuncian prácticas como inserciones de DIU sin consentimiento, revisiones uterinas manuales innecesarias, uso excesivo de episiotomías y Pitocin, y actitudes deshumanizantes hacia las mujeres. Las parteras usan el concepto de «violencia obstétrica» para visibilizar estas dinámicas y conectar la salud materna con discusiones más amplias sobre desigualdad de género, clase y etnia en México. El muestreo fue intencional, centrado en mujeres negras que habían dado a luz recientemente en EE. Las madres negras reportaron experiencias marcadas por racismo sistémico y discriminación en los servicios de salud. , donde el 29% de las mujeres reportó haber sufrido algún tipo de abuso durante el parto, incluyendo maltrato físico y psicológico , sin diferencias significativas entre hospitales Zacher Dixon , donde las parteras mexicanas conceptualizan las prácticas obstétricas hospitalarias como formas de violencia de género estructural, denunciando prácticas como la inserción de DIU sin consentimiento. Lalonde y Reichert , quienes destacan que las madres negras enfrentan discriminación y racismo en entornos médicos, contribuyendo a peores resultados de salud materna. El estudio subraya la importancia de políticas públicas centradas en la justicia reproductiva, formación antirracista para profesionales de salud, acceso equitativo a atención de calidad y apoyo a modelos culturalmente competentes. Este estudio aporta elementos innovadores a nivel teórico al profundizar en la comprensión de las expresiones y conductas de los profesionales de enfermería que constituyen violencia obstétrica, un fenómeno históricamente invisibilizado en la literatura científica. Al integrar conceptos como expresiones no verbales, actitudes y tonos de voz, el trabajo amplía la perspectiva tradicional centrada exclusivamente en las intervenciones médicas, permitiendo una visión más holística del impacto del trato recibido en las mujeres durante el parto. A nivel metodológico, el uso de una revisión de literatura guiada por las recomendaciones PRISMA garantiza transparencia, rigor y reproducibilidad en el proceso de análisis, lo que fortalece la validez de los hallazgos. Las conductas que manejan en esta violencia incluyen negligencia, trato despersonalizado, imposición de procedimientos sin consentimiento informado, negación del acompañamiento, uso excesivo de intervenciones medicas sin justificación, además de la falta de privacidad. Respetar las decisiones informadas de las pacientes durante todo el proceso de atención. Establecer rutas claras para identificar, reportar y atender casos de violencia obstétrica.
Description
Trabajo de grado para optar al titulo de enfermeros
Keywords
Violencia obstétrica, Conductas, Personal de salud y derechos humanos
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